Generalmente utitlizamos frases hechas, cliches, repetimos aquello que “encaja” en determinadas situaciones para cubrir un vacío, dar una respuesta o simplemente para quedar bien…
Pero la pregunta de hoy es: ¿somos concientes de ellas? ¿llegamos a considerar lo que ya hemos tratado anteriormente: el efecto que causan?
Es un tema inagotable, uno de esos a los que se le resta importancia pero que si tenemos el coraje de sumergirnos en la profundidad, podremos observar cuan importante es el EFECTO DE LAS PALABRAS.
¿Cúantos de ustedes se encontraron admirados, sorprendidos, estimulados, engrandecidos, amados, valorados, halagados, y hasta enamorados por palabras de alguien? Pero también ustedes mismos u otros pudieron haber sentido el efecto contrario… se sintieron disminuidos, detractados, humillados, avergonzados, ofendidos y hasta dolidos profundamente también por las palabras de alguien?
Si eso les sucedió…entones nos vamos entendiendo entonces que las palabras SI causan efecto.
No sería este un gran descubrimiento claro, pero si una buena forma de tomar conciencia y utilizar justamente A CONCIENCIA las palabras QUE utilizamos y con QUIEN en que momento…
El alcance de lo que decimos no tiene un instrumento de medida, eso hace una gran diferencia. Necesitamos todos y cada uno ser responsables de lo que decimos.
Lo mas complejo de esta responsabilidad, es comprender pero desde el pensamiento crítico y honesto, cómo palabras bellas y de hermoso contenido pueden convertirse en puñaladas de un instante a otro…es la sensación de elevarse en lo alto y volar, para caer en picada y quedar con los dolores de los golpes resultantes…
Pensemos juntos…¿Cuántas veces dijeron a alguien: “te quiero como a nadie querré” , “somos almas gemelas, destinadas a estar juntas”, “sos la persona que siempre quise y nada hará cambiar eso” y la más común de todas y también más efectiva “no voy a perderte por nada del mundo” “siempre estaré a tu lado, mucho mas cuando me necesites”…y todo esto no solamente aplicable a relaciones sentimentales, sino también a la amistad, otra forma de amor, …podríamos seguir así interminablemente claro…pero por ahora enfoquémonos en estas…decíamos entonces, no lo han dicho o se los dijeron?...y en algunos casos cuando NO SE CUMPLIERON las afirmaciones o fueron dichas y al cabo de unas pocas semanas y como por arte de magia YA NO TIENEN EFECTO REAL….o peor NUNCA LO TUVIERON….¿que sintieron ustedes o creen que sintieron aquellos que las escucharon o leyeron? ….¿hace falta responder? …ya lo sabemos : Tristeza, desilusión, desengaño por las personas, la vida misma, dependiendo de cuan importantes hayan resultado en ese momento que fueron dichas…y de quienes provinieron…de cúanto deseábamos creer en ellas o de cuan hondo calaron en nuestro corazón…
Entonces los invito a pensar en esto y recordar esta maravillosa frase :
“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”.
William Shakespeare
Pero la pregunta de hoy es: ¿somos concientes de ellas? ¿llegamos a considerar lo que ya hemos tratado anteriormente: el efecto que causan?
Es un tema inagotable, uno de esos a los que se le resta importancia pero que si tenemos el coraje de sumergirnos en la profundidad, podremos observar cuan importante es el EFECTO DE LAS PALABRAS.
¿Cúantos de ustedes se encontraron admirados, sorprendidos, estimulados, engrandecidos, amados, valorados, halagados, y hasta enamorados por palabras de alguien? Pero también ustedes mismos u otros pudieron haber sentido el efecto contrario… se sintieron disminuidos, detractados, humillados, avergonzados, ofendidos y hasta dolidos profundamente también por las palabras de alguien?
Si eso les sucedió…entones nos vamos entendiendo entonces que las palabras SI causan efecto.
No sería este un gran descubrimiento claro, pero si una buena forma de tomar conciencia y utilizar justamente A CONCIENCIA las palabras QUE utilizamos y con QUIEN en que momento…
El alcance de lo que decimos no tiene un instrumento de medida, eso hace una gran diferencia. Necesitamos todos y cada uno ser responsables de lo que decimos.
Lo mas complejo de esta responsabilidad, es comprender pero desde el pensamiento crítico y honesto, cómo palabras bellas y de hermoso contenido pueden convertirse en puñaladas de un instante a otro…es la sensación de elevarse en lo alto y volar, para caer en picada y quedar con los dolores de los golpes resultantes…
Pensemos juntos…¿Cuántas veces dijeron a alguien: “te quiero como a nadie querré” , “somos almas gemelas, destinadas a estar juntas”, “sos la persona que siempre quise y nada hará cambiar eso” y la más común de todas y también más efectiva “no voy a perderte por nada del mundo” “siempre estaré a tu lado, mucho mas cuando me necesites”…y todo esto no solamente aplicable a relaciones sentimentales, sino también a la amistad, otra forma de amor, …podríamos seguir así interminablemente claro…pero por ahora enfoquémonos en estas…decíamos entonces, no lo han dicho o se los dijeron?...y en algunos casos cuando NO SE CUMPLIERON las afirmaciones o fueron dichas y al cabo de unas pocas semanas y como por arte de magia YA NO TIENEN EFECTO REAL….o peor NUNCA LO TUVIERON….¿que sintieron ustedes o creen que sintieron aquellos que las escucharon o leyeron? ….¿hace falta responder? …ya lo sabemos : Tristeza, desilusión, desengaño por las personas, la vida misma, dependiendo de cuan importantes hayan resultado en ese momento que fueron dichas…y de quienes provinieron…de cúanto deseábamos creer en ellas o de cuan hondo calaron en nuestro corazón…
Entonces los invito a pensar en esto y recordar esta maravillosa frase :
“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”.
William Shakespeare
