14 de octubre de 2013

Empatía y “Feedback”… ¿Palabras en peligro de extinción?

Mucha gente no conoce el significado de estas palabras. No me refiero a que aparentemente no se comprenden, sino al intrínseco.
Como me gusta compartir con amigos algunos puntos de vista, eso me permite conocer el de los otros, y así, pude observar una gran confusión con respecto a estas palabras.

Vale aclarar que no soy psicóloga ni nada parecido, hablo con mis amigos como toda persona común debatiendo criterios, y para esto es que escribo: Para que la gente común como yo opine, reflexione o solamente lea para el fin que le sirva. Escribo desde mis propios conceptos y estoy siempre abierta al debate.

 Vamos entonces a definir y aclararlo un poco.

“Ser empático es orientar nuestros sentimientos a los otros pensando en su bienestar.” C. D. Batson
Empatía es la capacidad de un ser humano de ponerse en lugar del otro, tratar de sentir como ese otro, comprendiendo por lo que está atravesando y de esa forma brindarle la ayuda necesaria para sobrellevarlo.


Es entender el proceso emocional de otro ser humano, interpretar no solamente las palabras sino también el lenguaje “no verbal”, ese que se infiere a partir de gestos, miradas, posturas.
Es dejar de lado momentáneamente la nuestra, para captar la del otro y así tener una visión clara de lo que le sucede.
Eso no implica (gran confusión en muchas personas) dejar de lado ninguno de nuestros propios puntos de vista. Ni tomar como adecuados o personales los asuntos del otro. Es simplemente lograr entender los de éste desde su propia perspectiva. No involucra estar de acuerdo, aún sin estarlo se puede ser una persona empática.

Feedback no es siquiera una palabra nuestra, es un anglicismo que adoptamos como propio y refiere a “devolución”, su significado en inglés es: retroalimentación, el acto de ida y vuelta de alguna cosa,para ser más explicativo el término.



A medida que avanzamos como sociedad y nos imbuimos de más y más tecnología, nos “desconectamos” de ciertas emociones, nos acostumbramos a un nuevo tipo de comunicación y sin casi darnos cuenta, ésta se remite casi por completo a la cibernética.

Reemplazamos el contacto por “toques” o las visitas de cumpleaños por fotos o videos en las redes…hablamos mucho más por chat que personalmente y hasta cruzamos océanos gracias a las llamadas con video cámara.
No es que esté mal, claro que no…el punto es que todo eso, hace que se hayan acortado las distancias virtualmente y ampliado desproporcionadamente los encuentros cara a cara.

Estamos ante otra forma de comunicación…y como toda comunicación, debería ser buena…
¿Lo es?

La respuesta dependerá, como siempre, de lo que indique nuestra gran compañera: la diversidad de criterios. 
Lo que no podemos obviar, es la comprensión que la empatía es una gran forma de comunicación, una que permite relacionarse con los demás, a través de un vínculo mas estrecho.

En mi opinión personal, creo que el ser humano está hecho de presencias, de caricias, de aromas de miradas…pero sobre todo de abrazos…esos que consuelan, alientan, contienen y que ninguna tecnología suplanta.

¿Qué tiene que ver esto si hablábamos de EMPATIA Y FEEDBACK?
Y si… tiene que ver, porque esta comunicación que establecemos por las redes, tiene algo característico: Se potencian ciertas emociones, tal vez por la falta de otras.  Pululan los halagos y “te quieros”, “te adoro” a personas que nunca vimos personalmente. Hasta se hacen catarsis en las redes donde los “psicólogos/amigos” que están conectados hacen su aporte. 
Suena empático. 
Pero ¿es verdadera empatía este tipo de relación interpersonal?
Para mí si lo es en cierto modo. Creo que toda vez que alguien es capaz de sentir el dolor ajeno, la angustia o tristeza y desde algún lugar ayudar para alivianar esas cargas, está ejerciendo la inmensa virtud de serlo.
El lado “B” es que estas emociones son generalmente efímeras, impulsos del momento, con poco sustento o continuidad. Se pasa en un instante del interés al polo opuesto: de la empatía a la indiferencia. 
Por supuesto que en la vida fuera de lo virtual, también sucede…pero se percibe muchísimo más en las redes.
No hay absolutos, lo hemos dicho siempre, se trata de mayorías.

Basta con observar nuestro cotidiano entorno.
Es muy común y reiterado, leer o escuchar de amigos reales o virtuales, frases armadas, esas que dicen que estarán para lo que sea, que podremos contar con ellos… (lo cual por cierto estimula y provoca una agradable sensación de tranquilidad o confianza)…pero a la hora de la necesidad…pareciese que alguna otra urgencia los esfumara…como por arte de magia: No están!

Falta algo vital: EQULIBRIO
Es bueno recordar esta sabia frase de Séneca:
“Decir lo que sentimos; sentir lo que decimos; concordar las palabras con la vida.” (Séneca)

También puede suceder que tu interlocutor se muestre interesado en escuchar tu problema o pesar y enseguida notes que la atención que te dispensó es mínima, el clásico: “oyó como quien oye llover”…que se perdió en sus pensamientos y la devolución es también mínima o nula…que ni bien terminada tu exposición, cambia el tema hacia uno de su exclusivo interés…dejando esa sensación de enorme vacío…


Empatía es la capacidad de poder experimentar la realidad subjetiva de otro individuo sin perder de perspectiva tu propio marco de la realidad, con la finalidad de poder guiar al otro a que pueda experimentar sus sentimientos de una forma completa e inmediata. (Gustavo Páez)

Cada vez menos personas escuchan, solo quieren ser escuchadas. Sus problemas no les dejan lugar a los del otro.

 Esa es una clara prueba de falta de empatía y cada vez más generalizada.
Quien puede “captar” las señales que envía su interlocutor a través de su habilidad de estar atento a ellas, es sin duda alguna, una persona inteligente.

La empatía es la capacidad de pensar y sentir la vida interior de otra persona como si fuera la propia”.
Heinz Kohut
Dicho de otra forma, es poder comprender su punto de vista y tratar desde allí de brindarle consuelo, contención, calma o lo que esa persona necesita en un momento determinado.

No olvidar: No significa tomar como nuestro el problema!
Se trata de escuchar desde el alma y desde allí mismo aportar lo que ese otro necesita.

Eso es Empatía.
Ser empático entonces, es poder ponerse en los zapatos del otro.
Y tampoco se trata que algunos problemas sean más importantes que otros, Cuando cualquier cosa que sea, afecta la vida de alguien, desestabilizándola, da igual si se trata de una ruptura sentimental o una pérdida material es tan válido uno como otro, sencillamente porque:

Es el problema que aqueja a la otra persona!
Ni más ni menos.

No alivia a quien perdió un trabajo o a su pareja la comparación con otro que padece una enfermedad grave. Claro que son cuestiones diferentes, muy distintas. No son situaciones para comparar entre sí.
Se trata de lo que le toca vivir a cada uno, lo que conforma su mundo, lo que desmorona su ánimo y donde deberíamos aplicar este valor.

 Solemos escuchar a quien dice ¿Por qué te quejas de esto o aquello si yo no tengo esto o aquello otro?...
Eso no quita el problema de uno ni da solución al del otro.
Podría suceder que simplemente oyendo, regalando un poco de nuestro tiempo a quien está angustiado, triste o dolorido por la razón que sea su carga emocional, pudiésemos aliviar sus pesares.
Muchas veces un par de palabras acertadas, amables o compasivas y que hablen al corazón de ese otro, hacen milagros en su ánimo y hasta le devuelven la fuerza que necesitan para enfrentar sus cuestiones desde otra perspectiva.

Esto SI es empatía

Comprender cómo siente otra persona sobre un o algunos puntos de vista determinados y desde allí ayudarlo a encontrar sus respuestas.
“No preguntes qué pueden hacer tus compañeros de equipo por ti. Pregunta qué puedes hacer tu por ellos”. Earvin Magic Jonson


Con respecto al “FeedBack”, (otra cuestión cada vez más dejada de lado), mi percepción es que el mundo se tornó muy individualista.
Ya no quedan muchas personas que den sin esperar a cambio.
O bien, dan solo si reciben. O ni siquiera, solo RECIBEN
Eso no es feedback

Y todos, más, menos, apenas un poquito o mucho…todos necesitamos de la devolución.

Esta devolución debe salir desde el mismo corazón.
El acto valioso, verdadero, siempre tiene que ver con sentimientos nobles.
La devolución es necesaria para que el mecanismo de las relaciones funcione.
No se puede sostener por mucho tiempo una balanza inclinada hacia un solo lado. Caerá por su propio peso…
Entonces habrá que rever dónde estamos posicionados…

Importante para reflexionar:

Cuando olvidamos saludar, felicitar o halagar un amigo, allegado o familiar para alguna ocasión especial en su vida, sea el día de su cumpleaños, el de su carrera (día del maestro, panadero, etc) tanto como  para cualquier logro que esta persona tuviese, le estoy enviando un mensaje indirecto: "No estás en mi lista de prioridades" ... y quizás esa persona deseaba o necesitaba de ese feedback, el reconocimiento por parte de quienes considera importantes en su vida. Sin ser inflexibles, todos comprenderíamos que un olvido no hace al sentimiento, pero cuando ese "olvido" es reiterado, no deja lugar a dudas cual es lugar que ocupamos en sus vidas. Y eso si que deteriora la autoestima…

Demás está decir que los formalismos y compromisos no cuentan, son justamente eso, aunque en algunos casos puntuales, el feedback es necesario (un trabajo, un proyecto laboral,etc.). 

 Empatía y Feedback:

Estas dos palabritas mágicas que pareciesen olvidadas, como tantas otras, tienen un enorme  poder.

·       Devuelven o incrementan la autoestima
·       Ayudan a crecer
·       Ayudan a creer
·       Potencia el afecto, la calidez emocional
·       Genera compromiso

Eso es feedback!
Además, como "plus", le devuelven al emisor la satisfacción de haber contribuido para que otro esté mejor, se sienta más feliz o simplemente acompañado en los momentos en que lo necesitó.

Suelo repetir que quien regala (cosas materiales, tiempo, escuchar y más...) es alguien inteligente: Sabe que al regalar, se regala. Que al dar inexorablemente RECIBE. Es un círculo que gira alrededor del acto de “dar”.
Nada es más grande que la dicha de saber que lo que dimos con amor, con amor causó efecto y por ende, volvió a nosotros de alguna forma también.
Como conclusión, en vez de decir que son palabras en vías de extinción, pareciese que son valores que se fueron diluyendo en el tiempo…


Creo profundamente que es deber de cada uno de nosotros, revitalizarlos y hacer de éstos una forma de vida.
Porque como tantos predecesores de distintas creencias han dicho, desde santos a filósofos: es solo dando como se recibe.


Hasta la próxima!!!