23 de junio de 2016

CAMBIOS, siete letras que uɐɯɹoɟsuɐɹʇ



¿Cambiar? ¿Yo? ¿Por qué? Que cambie el otro, yo soy así, y así estoy bien…
¿Cuántas veces escuchamos frases como ésta?
¿Por qué tantas personas siempre quieren que “el otro” cambie?
Cabe preguntar ¿Por qué genera tanto temor la palabra CAMBIAR?
Creo que es bien sabido que todo lo que no se conoce provoca cierta aprensión…y eso nos hace reticentes a cambiar.


CAMBIO: Transición de un estado a otro. Movimiento.
CAMBIO… BIO: VIDA
VIDA: MOVIMIENTO


Cambiar es transmutar algo: la vida es movimiento constante.

Nada permanece estático, ni la menor cosa. Hasta una piedra aunque parezca inmóvil, se va horadando con el agua o erosionando con el paso del tiempo. Al igual sucede con los seres vivos. Nacemos, crecemos, CAMBIAMOS continuamente en el proceso de transformación.

Entonces, quien pretendiese permanecer en una postura estática, estaría renunciando a crecer, a evolucionar, a ir de la mano con la vida.

Esas personas están tan seguras de su postura frente a la vida, que no pueden ver errores propios, solo ajenos.
Y están tan convencidos que se preguntan: ¿Por qué habría de cambiar YO entonces?

Hay quienes se estancan en ciertos pasos para su desarrollo y de eso hablaremos hoy.
¿Cuándo o porqué deberíamos cambiar?
No hace falta aclarar que me refiero a lo que no depende de la biología, sino de nuestras decisiones. No se trata de las modificaciones que sufrimos en el proceso de crecimiento. Eso corre por cuenta de la naturaleza y no de la nuestra.

Entonces ¿Podríamos acaso decidir no crecer? No, claro que no depende de nosotros. Pero SI podemos decidir hacerlo intelectual y emocionalmente…


Cambiar, modificar todo aquello que nos genera trabas, conflictos o afecta a nuestro entorno y eso SI DEPENDE DE NOSOTROS.

Los cambios pueden ser súbitos, por razones ajenas a la persona, paulatinos, si requiriese de algún proceso puntual, y también de corto plazo si el fin que se persigue obedece a una decisión firme. No importa el tiempo que conlleve cambiar lo que trae más pesar que alegría, lograr el objetivo es lo que cuenta.


El tema de hoy se trata de todo aquello que podemos, debemos o deseamos transformar…y también de lo que NO. De la forma en que encaramos la vida, nuestra actitud.
En el caótico mundo que vivimos, vemos a diario situaciones que parecen extraídas de la ficción. Pero no lo son. Circunstancias que requieren de urgentes cambios.
Hechos aberrantes de todo tipo: corrupción, maltrato, abandono, enfrentamientos, graves imprudencias, miseria e inseguridad…entre tantas de las muchísimas tribulaciones que resultan inconcebibles en una sociedad supuestamente evolucionada. 
En esta ocasión, hablaremos de lo que no se ve en los noticieros, esas otras situaciones de la vida que requieren de un CAMBIO desde la concientización individual y general. Cuestiones de la vida cotidiana, que nos involucran o también comprenden a los que tenemos cerca sean familiares, amigos, conocidos y compañeros de trabajo etcétera.
Precisamente en estos ámbitos vemos cotidianamente escenarios confusos, muchas veces desagradables, desprovistos de valores básicos y generadores de cuantiosos daños, principalmente emocionales.


-Intolerancia
-Intransigencia
-Fanatismo
-ira
-Mentiras
-Discriminación
-Falta de empatía
-Desinterés por el prójimo
-Falta de generosidad.

Solo por señalar algunos ejemplos.  

Los cambios son necesarios. Pequeños o grandes. Debemos ser conscientes de esto, porque no se trata solamente de “nosotros”, se trata de todo lo que nos rodea.
Nadie está literalmente solo. Vivimos insertos en una sociedad, que puede ser enorme o pequeña, pero hay muchos otros seres con los que convivimos en éstas y sería inconcebible que cada quien fuese por la vida haciendo lo que le dé la gana sin considerar a los demás.
Vale aclarar muy bien aquí, que no intento decir que hay que vivir o pensar según los otros lo hagan.
Yo le llamo LIBERTAD LIMITADA.

Y ésta se trata de intentar aunar criterios, argumentar y saber negociar cuando es necesario, respetar opiniones y creencias diferentes. Darse la oportunidad de pensar que se pueden ver las cosas de distintas formas y en ese accionar hasta podríamos llevarnos impactantes sorpresas. Porque para unos y otros, existe la posibilidad de estar obcecados en alguna postura que nos mantenga en una ceguera mental y eso no se corresponde con quien tiene capacidad de discernir. Los que no la poseen son fanáticos enraizados que sufren y hacen sufrir, aunque muy probablemente ni se percaten de ello.

Llegamos al punto en que surge la pregunta: ¿Es que todos DEBEMOS cambiar algo necesariamente?
No, no se trata de eso, sino de la POSIBILIDAD de permitirnos hacerlo cuando lo es o resulta productivo para nosotros y quienes forman parte de nuestros círculos, cercanos o no.
Se traten éstos cambios desde el aspecto personal, hasta las actitudes, todos tendrán un impacto en nuestras vidas y/o las de nuestro entorno, dependiendo si éste es positivo o no.

NO TODOS LOS CAMBIOS SON PARA MEJOR.
No siempre se cambia para bien.

 Es un hecho que muchas personas son fácilmente influenciables o bien modifican sus conductas por algunas razones que los motivan, aunque no sean bien vistas por los demás.
-Personas que parecían incorruptibles y de repente se dejaron tentar por alguna propuesta “Non Sancta”
-Personas que se proclamaban en total contra de ciertas conductas y de buenas a primeras obran tal como condenaban.
-Personas que se alejaron de todos sus afectos en pos de mantener una relación basada en la manipulación

Es también el caso de muchas personas que cambian drásticamente su forma de ser, de actuar y vivir, sus hábitos y hasta sus vínculos. Puede suceder que sea por la ceguera de una pasión, la presión de una pareja, la ira por alguna situación que no puede manejar…muchas son las posibilidades, no necesariamente las mejores…



¿Por qué generalmente nos resistimos al cambio?
Solo por un motivo: MIEDO
La resistencia al cambio viene muchas veces acompañada de una sensación de malestar o insatisfacción, que obedece claramente a que algo no encaja en el lugar que queremos que permanezca.
No esencialmente consciente. Muchas veces ni registramos que el verdadero motivo está oculto en la profundidad de nuestras mentes.
Podríamos pensar que cambiar involucra una posible gran pérdida. Que no será positivo. Que no nos adaptaríamos. Tantas excusas que ponemos…mientras la vida sigue…en MOVIMIENTO…nada se detiene por nosotros. Nada. Ni nadie.
Depende únicamente de cada quien, decidir subirnos o dejar que pase el próximo tren.

Por esto es tan importante tomarnos un tiempo de reflexión y buscar dentro de nuestro más profundo sentir esa voz interior que nos indica que cosas podemos, debemos o necesitamos modificar,
Claro que para esto, primero debe existir la aceptación, la comprensión que no somos dueños de ninguna verdad ni nadie lo es. Que todos tenemos nuestra propia escala de valores, convicciones y preferencias. No son razones para excluir, juzgar, condenar ni humillar a quien no comparta las nuestras. 
¿Cómo podría cambiarse algo que no se acepta como posible?
Todos conocemos gente más o menos transigente, personas de criterio amplio y otras en el opuesto: rígido e inflexible. Las primeras, son capaces de escuchar otros puntos de vista y sacar sus propias conclusiones, mientras que las últimas son personas tan estructuradas, tan encerradas en su cárcel de conceptos (a veces arcaicos), que no conciben la posibilidad de modificar ninguno de ellos… Ni siquiera frente a una argumentación contundente y en algunos casos ante las pruebas. La negación está arraigada y si la persona no hace el esfuerzo de abrirse a otra posibilidad, no habrá metamorfosis.

 Para cambiar, primero hay que “reconocer” y eso es un proceso individual…una DECISIÓN.

Nada productivo resultará conducir a una persona a realizar cambios que no está dispuesta a ejecutar, esto repercutiría en un determinado plazo desfavorablemente.
Si por ejemplo bajo condicionamientos, presiones, exigencias y/o amenazas intentásemos cambiar algo que no nos agrada o conviene de otro, quizás lograríamos el objetivo, dependiendo de lo que se pretende modificar…pero ¿A qué costo? ¿Cuánto duraría algo que no se hace por convicción? ¿No sería acaso una forma de coacción?...

Ese no es el camino. El único posible es el diálogo y la apertura de las partes involucradas en determinado asunto, para poder acordar armónicamente.


“Si quieres resultados diferentes, haz las cosas que nunca has hecho”

Relaciones que se desgastan, vínculos tóxicos, enfrentamientos y discordias por desacuerdos. ¿No es acaso eso un gran indicador que HAY QUE CAMBIAR ALGO? 

NO CAMBIAR, PUEDE TAMBIÉN MARCAR UN CAMBIO

¿Por qué? Porque cuando alguien no se da la oportunidad de contemplar otras opciones se está negando a su propia evolución. Y esa decisión de no cambiar, es la que podría CAMBIAR nuestra vida de todas formas.



.Creer que solo nosotros estamos en lo cierto es OBSTINACIÓN
.No aceptar argumentación contraria a nuestro pensamiento es FANATISMO
.Excluir, alejar, desairar, ofender o agredir a quien no piensa como nosotros es IRA e INTOLERANCIA
.Maltratar, denigrar, humillar a otros es BAJEZA INTELECTUAL
.Creerse superior, dueño de toda verdad es SOBERBIA
.Ceder a la manipulación de una pareja es FALTA DE PERSONALIDAD

¿Es acaso esto bueno para alguien?




¿NO ES HORA QUE TE ANIMES A CAMBIAR ALGO?

Date el permiso de mirar desde otra óptica y poder sopesar las variables!!!
Estoy convencida que todos podemos aportar una gota y llenaríamos un océano con solo decidir contribuir a todo cambio para un mejor vivir de todos y cada uno de nosotros. 


Somos los que creamos nuestro destino, y dicen que quien CREE, CREA. 

CREEMOS ENTONCES UN MUNDO MEJOR!!!

Hasta  la próxima!!!