“Todo lo
que sucede, conviene”
Así dice una
queridísima amiga…
La cuestión
es que a NADIE le gusta perder.
Y hay muchas
formas de perder algo.
Miles,
infinitas.
Por mucho
intento de abarcar todas las significaciones,
causas, o siquiera enumerarlas por orden de importancia, haciendo honor al tema
de hoy, “perderíamos” el tiempo...ya que lo que es primordial para algunos, es
irrelevante para otros…
No nos
detendremos en las pérdidas materiales, ni de las miles de acepciones que tiene
esta palabra, sino de las que involucran los sentimientos, esas que si nos
sumergimos en lo profundo de cada razón, descubriremos que devienen en
ganancia.
Surge, como siempre, la inevitable la pregunta:
¿Es siempre
perder una pérdida?
No, no lo
es.
Muchas veces
detrás de éstas se esconde la verdadera conquista.
“Las ilusiones perdidas, son verdades halladas”. Eduard Douwes Dekker
Vamos a hablar
un poco de los quebrantos más comunes:
· Un amor no correspondido
· Una amistad poco sincera
· Un trabajo estresante
· Una relación familiar pero sin
vínculo afectivo
¿Quién de
ustedes no pasó por alguna o todas estas
situaciones? Se me ocurre que muchos, muchos de nosotros vivimos traiciones,
desengaños, dolores “EVITABLES”, envidias y colosales desilusiones.
Todas son de
una u otra forma PÉRDIDAS.
“En la vida es
más importante perder que ganar. La simiente no germina si no muere. Hay que
vivir sin dejarse llevar, mirar hacia adelante y alimentarse de aquellas
provisiones vivas que tanto el olvido como el recuerdo elaboran”- Borís
Pasternak
Desglosemos
los puntos anteriores.
Cuando uno
solo quiere, o ama, muchas veces el menos querido insiste, persiste, busca y
rebusca la forma de perpetuar lo que ya dejó de funcionar…
Tremendo desgaste
por cierto...
PERDIDA DE
TIEMPO, ESFUERZO Y ENERGÍA.
¿Por qué
insistir en un amor no correspondido? ¿Por qué intentar forzar una relación que
llegó a su decadencia? ¿Es acaso fructífero mantener una pareja que no siente
lo mismo por el solo hecho de “no perderlo/a”? ¿Es válido condicionar a otro a
permanecer donde ya no quiere estar?.
Reflexionemos.
Todos dirán que no, pero
se ve mucho más de lo que se cuenta…
Cuánto
tiempo se pierde intentando NO PERDER!!!!!! Cuántos valiosos instantes de la
vida se nos escurren pretendiendo torcer las velas a favor de nuestro viento, o
mejor dicho, creyendo que es a favor
nuestro…cuando en realidad es todo lo opuesto!!!
No prospera,
puede parecer que si, pero finalmente decanta por si solo. Bien aplicado está
el refrán “Lo que uno no quiere, dos no pueden”…
Claro que
cuesta soltar, recomenzar, cambiar las estructuras. Sabemos que es una tarea
dura a veces, muy difícil en otras, pero jamás IMPOSIBLE.
El momento
en que se cambia la postura terca de “conmigo o con nadie” , todo cambia de
color.
Resultado:
La aparente pérdida se transforma en ganancia.
Nada está perdido si se tiene el
valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.(Julio
Cortázar)
Igualmente
sucede con las amistades…
Esperamos
recibir lo que damos…y el otro…espera recibir…dar es para nosotros... ¿Les
suena familiar? Seguramente. Escucho a diario comentarios de este tipo.
Y es que las
personas cada vez más, se están tornando individualistas, y entre tanto, aún
quedan las que no entienden el “Yoísmo” como forma de vida, y si creen en que
lo que va, regresa… pero no en sentido especulativo. Yo le llamaría feedback,
tema que ya conversamos en otra publicación.
Todos
necesitamos esa devolución que no tiene que ver con: “te doy si me das o te doy
para que me des”. Tiene que ver con el que se genere el círculo de armonía y
equilibrio, donde podemos sentirnos tan importantes para los demás, como ellos
para nosotros.
No resulta
agradable, convocar, invitar, llamar, ser servicial y generoso, con esos amigos
que solo convocan, invitan, llaman o son amablemente y sospechosamente
serviciales cuando NECESITAN ALGO!
En el medio,
solo aparecen cuando rompieron con la pareja, tienen que “hacer tiempo” para
algún trámite y aprovechan a gastar ese tiempo con el que llaman amigo o bien
para eventos donde solamente asisten para pasar el buen rato….
Otra gran ganancia
perder este tipo de amistades.
No debemos perder la fe en la humanidad que es como el
océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias. Mahatma Gandhi
Cuando lo
que se “pierde” es un trabajo, (aunque éste sea agobiante o involucre alto
stress), hay muchos otros factores en juego además de lo emocional (aunque en
este caso lo emocional no es cuestión menor) En particular, cuando la razón de esta pérdida
no corre por cuenta de quien sufre la desvinculación. La sensación de menoscabo
es enorme, se mezcla con la frustración, culpa, desconcierto y naturalmente
temor, cuando la persona en cuestión puede ser única proveedora de una familia,
o bien que tenga acotadas las posibilidades para conseguir un nuevo trabajo.
Sea como
fuese, es un golpe muy duro para la mayoría de las personas que lo sufren.
Pero veamos
porque también en este caso puede resultar en un beneficio aunque en primera
instancia luzca como lo extremadamente opuesto.
Menos se siente perder lo que nunca pudo alegrar.
Séneca
En lo
personal, creo en la afirmación: “Nada,
ni la menor cosa sucede por azar”.
Entonces, se
produce la sensación de percutir una bala de cañón. Uno termina siendo eyectado hacia adelante!!!
Una vez
superadas las emociones encontradas de rabia, frustración y caos como
mencionamos más arriba, la persona sacudida por éstos sentimientos, se auto motiva para encontrar un mejor sitio,
con mejores condiciones y hasta mejores personas para desarrollar un
trabajo…pero con la enorme ventaja de haber aprendido muchas lecciones.
Como por
ejemplo a no confiar ciegamente en cualquier persona que es solo y
exclusivamente una que comparte horas laborales,
generando la impresión de confianza, de intimidad, creada por la proximidad,
pero falsa, sin sostén en la vida externa. Se aprende también que los jefes no
son amigos, que por muchas sonrisas y promesas de “cualquier cosa, estoy para
escuchar”, lo único que escuchan son halagos, que es quien dice lo que los
empleados ejecutarán y que su “sillón” es más importante que cualquier otra
relación laboral…
También que
los compañeros son amigos temporales, con escaso compromiso, la relación
concluye cuando uno deja ese trabajo. (Vale aclarar que hay excepciones como en
todos los órdenes de la vida).
“Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive
aquellas que perdemos”. Paulo Coelho
En lo que a
la familia respecta, es muuuy similar a todo lo anterior.
¿Sirve forzar un sentimiento alegando el
vínculo de sangre, cuando el afectivo no
existe?
La respuesta
es de ustedes.
A mí no me
parece válido.
Existen todo
tipo de familias. Las unidas, las que se reúnen (lamentablemente) solamente para
eventos concernientes a los integrantes de las mismas (casamientos, bautismos ,
cumpleaños y defunciones)…EXCLUSIVAMENTE… no forman lazos amorosos, sino puros formalismos…
No lo entiendo ni comparto… ¿Para qué o para quién? No encuentro respuesta para
esta pregunta. (Esto no cuenta para aquellos familiares que viven en el
exterior o a distancias importantes que impiden contar con su presencia).
Se quiere o
no se quiere, “quedar bien” fingiendo un interés porque se trata de la familia
NO APORTA, NO SUMA, NO PROPORCIONA FELICIDAD ALGUNA.
Claro que
como en toda relación interpersonal, hay quienes tienen más o menos afinidad
entre sí, tal como quien no posee ninguna…l
¿Para qué
querer cerca personas, que aunque con genes compartidos nos llenan de mala
energía, usando máscaras inútilmente porque tarde o temprano el hilo que las
sostiene cede, dejando a la vista lo que quizás intentaban guardarse.
¿Pérdida? -> ¡Ganancia!
Para
terminar este tema, aunque como ya dije no abarca las infinitas posibilidades
que ofrece en sus distintas acepciones y da lugar a largos debates, quiero
hacer una referencia a las pérdidas materiales. No estaba previsto hablar sobre
éstas, pero quiero compartir un suceso que sufrí hace pocos meses.
Se incendió
mi casa, de la nada, por un desperfecto eléctrico. Fue una situación
inesperada, devastadora. Si bien solo fueron pérdidas materiales, causó
secuelas emocionales difíciles de manejar.
Había dos caminos
a seguir. Dejarse llevar por el dolor de la catástrofe, llorar las pérdidas de
recuerdos, bienes, esfuerzos realizados…o DECIDIR encarar la RECONSTRUCCIÓN.
Y elegí la
segunda. Ya había sufrido muchas decepciones, traiciones, desilusiones, un golpe tras otro...
Gente especializada hizo su parte. Yo, a paso de hormiga, con lágrimas
en los ojos, día tras día, fui limpiando y reciclando objeto por objeto
ennegrecido por el hollín, cada cosa por pequeña que fuese y que se hubiese salvado
de las llamas, fue acomodada en cajas para su posterior revisión. Pude seguir
el consejo de tirar absolutamente todo…pero decidí reciclar, renovar, darles
luz. Y eso hice, y eso hago aún. Pinto, decoro, me siento feliz de cada logro,
todo es nuevo y emana luz. Parecía imposible de recuperar una casa quemada y destruida
por el pegajoso humo, pero hoy puedo decir que esa pérdida, resultó en una
bendecida ganancia.
Sean de la magnitud que sean TODAS las
pérdidas vienen a nuestra vida a traernos una enseñanza. La que le corresponda
a cada uno:
Cuidar y
cuidarse más y mejor.
Ser más
responsable y coherente.
Equilibrar.
Renovar.
Recomenzar.
Como sea,
siempre la vida nos muestra dos caras, nos da continuamente la oportunidad de
cambiarlo todo, de dejar atrás los viejos patrones que nos condujeron a lugares
oscuros, de tristeza, de bajas vibraciones y permitir que cada una de nuestras
pérdidas, se convierta en un beneficio inigualable para llenar nuestras vidas
de armonía, luz y amor.
Recuerden:
Siempre pero siempre, detrás de cualquier pérdida, se esconde una oportunidad.
Hay tantas cosas para
gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de
tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera.
Facundo Cabral
Hasta la
próxima!!!