Me sugirieron hablar sobre la amistad…y me pregunté: ¿Por
qué hablar de un tema tan tratado, debatido, publicado y harto conocido?
Y se me ocurrió enfocarlo desde otro punto de vista,
además de que porque es un tema siempre vigente. Uno de esos que no se agota,
como el Amor mismo.
Y porque de eso se tratan ambas DE AMOR!!!
Hay miles y miles de definiciones, opiniones, frases y
modelos… estereotipos sobre que es o no es una verdadera amistad.
Y yo quiero en
esta entrega, exponer mi pensamiento….y éste será encontrar el paralelismo en
las relaciones de parejas y las de amistad.
En mi opinión personal, yo creo firmemente que la amistad
es igual a una relación de pareja, pero despojada de lo sensorial.
El resto es idéntico.
Es una relación de
amor…
…y por tanto puede ser tan falsa como verdadera, tan
eterna como efímera.
Partiendo de esa premisa, desarrollaré mis razones para
mostrar las similitudes a las que hice referencia.
La relación de pareja, se inicia con la atracción de las
partes. Mayormente, esa atracción proviene de lo externo, de lo puramente
físico. Para que esa pareja se constituya como tal, la atracción debe superar
esa primera instancia y profundizar las causas que la motivan.
Allí se descubren las analogías, se produce la sensación
de correspondencia y se genera un deseo de estar cerca y compartir las vivencias
con esa persona en particular.
En la amistad sucede algo muy similar, sin la atracción
física, ésta es más profunda. Se establece una conexión invisible pero muy específica,
que nos hace saber que esa amiga/o, son un complemento maravilloso para nuestra
existencia.
Cuando amamos, queremos vivir todo con ese ser amado,
igual sucede con un amigo que se convierte en entrañable.
En la pareja se crean lazos, se genera la confianza, la
complicidad, el deseo de su compañía, el apoyo emocional, la contención, compromiso
y también….celos!
¿No ocurre acaso lo mismo en la amistad, (celos incluidos)?
Si, celos, porque una amiga/o es un tesoro para quien lo
posee, y muchas veces, estamos mal acostumbrados a ser algo posesivos, lo cual,
si no excede lo razonable, no sería un problema, de lo contrario, al igual que
en las relaciones de pareja, se puede tornar en una diligencia poco sana.
Sin ciertos escenarios, ni una pareja, ni una amistad podrían
subsistir.
ü Confianza
ü Sinceridad
ü Complicidad
ü Lealtad
incondicional
ü Compromiso
ü Solidaridad
ü Cuidado
por el otro
ü Respeto
Estos valores son el motor que manejan el vínculo y
garantizan su funcionamiento.
Cuando fallan alguno de los componentes, se desmorona lo
creado.
Como en toda relación, hay que cuidar y nutrir
constantemente, no perduran aquellas donde uno solo aporta mientras el otro
recibe.
¿A quienes
podemos llamar verdaderos amigos?
La diferencia entre AMIGO y conocido es abismal, y creo
que todos lo sabemos.
Conocidos son todos los que pasan por nuestras vidas
superficialmente, con los cuales podemos compartir ciertas cosas como
actividades de cualquier tipo, trabajo, estudio, charlas y salidas… pero eso no
es una AMISTAD verdadera.
Los amigos temporales, muchas veces se confunden con
amigos verdaderos. Sucede que se generan relaciones intensas de afinidad,
confianza y demás, pero duran el tiempo que la circunstancia que los encontró concluya,
como las anteriormente mencionadas, como
por ejemplo: Estudio, trabajo, deportes además de cercanía y tantas más.
Pero muchas veces, al cambiar esas circunstancias, las
relaciones se diluyen, se van desvaneciendo hasta quedar en el rincón de los
recuerdos.
Pueden que a esta altura se pregunten el porqué del
título de este tema: “Amistad versus pareja”.
Suceden dos cosas bien puntuales.
Una es que muchas personas creen que no se puede ser
amigo (en profundidad) con una pareja. Que no es lo mismo la complicidad que se
genera entre amigos en concordancia con la pareja, o que por ser de diferentes sexos
(cuando es así), no se entienden como lo harían con alguien del mismo...
Yo creo lo contrario, en mi experiencia, sumada a las
interminables charlas con distintas personas, concluyo que solamente hay
relaciones de pareja duraderas, cuando además hay entre éstos una buena
amistad. Simplemente porque se cumplen todos o la mayoría de los requisitos que
mencionamos como ingredientes necesarios para que el vínculo sea fuerte y
auténtico.
Los
amigos no tienen, tal como en las parejas, que pensar igual para poder
construir una gran relación, basta con el respeto y la aceptación.
La
posibilidad de debatir, fijar acuerdos, conciliar, disentir y volver una y otra
vez a ajustar los criterios hacen posible que la amistad sea resistente.
La
afinidad y el sentimiento pueden surgir entre personas de distinto sexo, clase
social, culturas edades o ideologías.
Además
no hay una etapa de la vida precisa o determinada para que florezcan dichas
relaciones, tanto en la juventud como en
la adultez, las personas pueden encontrar su alma gemela, sea ésta una pareja,
o una amistad.
Para la verdadera amistad, no existen tiempos ni distancias, ni siquiera la presencia física es indispensable. Doy fe de ello porque lo vivo en carne propia. Tengo una amistad inquebrantable con al menos tres personas que viven lejos de donde me encuentro, pero nuestro contacto es casi cotidiano, compartimos vivencias, charlas, alegrías y tristezas, pero sobre todas las cosas, cada una está presente en los momentos más difíciles de la otra. Además en esta época de gran tecnología al alcance de todos, no hay distancia que no se acorte, o parezca inexistente. Desde las redes sociales, las llamadas por video cámara, los teléfonos y los mensajes de audio, no hay excusas a la hora de establecer una comunicación fluida.
Eso SI es AMISTAD verdadera, tiene que ver con la INCONDICIONALIDAD!
Una importante diferencia en este caso con los vínculos
de pareja es que no se sostienen en la distancia, salvo contadísimas
excepciones.
La otra razón es que cuando la amistad se da antes que
alguno de los integrantes conforme una relación de pareja, una vez consolidada
la última, el nuevo integrante no acepta el estrecho vínculo. Sea o no del
mismo sexo.
Mucho más notorio es cuando el amigo previo no pertenece
al mismo sexo. Allí aparecen y predominan los celos, en algunos casos hasta
romper con esa vieja amistad.
Las personas muy posesivas, no suelen aceptar que
en vez de compartir todos y cada uno de los momentos con ellas, su pareja lo
haga con su amigo/a. y eso concluye con amistades de años.
Es muy común
escuchar a una novia/o, dar a elegir entre sí misma o los “amigos”…de una
manera directa o indirecta, esto termina sucediendo, por lo menos en el ochenta
por ciento de los casos.
Aquí se abriría otro debate. ¿Era entonces esa una sólida
amistad?
¿Quién sabe? Es un tanto complejo desglosar la mente de
cada persona que condicionada absolutamente por sus propias circunstancias sus
necesidades, sus anhelos todo lo que pone de un lado u otro de su balanza…cosas
que finalmente determinan que decisión tomará si se le presenta este tipo de
disyuntiva.
Lo que puedo afirmar, es que vi suceder estas cosas a lo
largo de mi vida y que aunque parezcan cuestiones retrógradas, siguen ocurriendo.
Claro que nada de lo expuesto es garantía para que la
amistad o vínculo sean imperecederos, puede suceder tanto que las diferencias
socaven la relación como que se ajusten los moldes de cada uno para
sobrellevarla sin problemas.
A continuación, un pequeño resumen de cómo saber si una amistad es VERDADERA.
-Un
amigo no es el que comparte fiestas, descontrol y excesos, es el que los
regula.
-No
es el que llama cuando necesita ser escuchado y no atiende cuando lo
necesitamos nosotros.
-No
es el que aparece solo para festejar el cumpleaños, es el que lo organiza.
-No
es el que regala cosas bonitas, es el que se toma la molestia de hacer o elegir
lo que sabe que nos gusta o hace falta.
-No es el que habla
de sí mismo por horas como si los problemas fuesen solo su patrimonio, pero no tiene
tiempo para compartir los nuestros.
-No es
el que llega cuando la mesa está servida, sino el que se queda a lavar los
platos.
-No
es el que te busca, llama, acompaña y comparte todo mientras no tiene una
pareja y desaparece como por arte de magia al encontrarla. Es el que cuando
consigue su par, salen juntos aunque sean tres, te llama y busca y comparte tanto o más que antes porque no
olvida que fuiste quien lo apoyó mientras estuvo solo/a.
-No
es el que está en las horas más felices, es el que no se va en las más tristes.
-No es
el que antepone sus planes cuando sabe que su amigo está en una verdadera
necesidad.
-No
es el que va a la inauguración de tu casa sino el que pone sus brazos para que
la levantes.
-No
es el que busca halagos por sus logros o habilidades y logros sino el que también
estimula al amigo a alcanzar sus metas.
-No
es el que te dice mentiras “piadosas” para complacerte, es el que te tira en la cara tu realidad para
que la sopeses con tus criterios.
Tanto el buen amigo como el verdadero amor, son aquellos
en los que depositamos plenamente nuestra confianza, no solamente con quienes
nos sentimos plenamente identificados sino que además afloran naturalmente los
más altos valores, entre ellos la tan preciada LEALTAD.
El amor venga del lugar que venga, trae consigo los
mejores deseos para el otro, por lo
tanto no caben sentimientos opuestos a éste.
El aval o la complacencia sin mérito, no provienen del
buen querer sino de su opuesto, de la apatía, de aquellos a quienes no les
interesan las consecuencias a las que tendrías que enfrentarte si por alguna razón te
encontraras desorientado.
Claro que equivocarnos forma parte de nuestro crecimiento
personal, se trata de sentido común.
Si perdemos el centro en algún momento de
nuestras vidas… ¿qué mejor que el buen amigo/pareja que te ayude a
reencontrarlo?
El “no te metas” es una actitud inerte, desprovista de
sentimientos verdaderos, aunque nos equivoquemos, siempre que haya buena
intención, es mejor involucrarse que mantenerse al margen. (Sin ser invasivo)
Yo
le llamo COMPROMISO. Un consejo dado con amor puede ayudar a reflexionar a
quien se encuentra desenfocado. Eso marca una significativa diferencia
Un amigo es un alma gemela, alguien con quien nos
sentimos como hablando con nosotros mismos
Los amigos son verdaderos ángeles, seres especiales que
están en el momento preciso con la palabra adecuada, con el incondicional amor
que hace de las relaciones verdaderas.
Y éstas son un gran regalo, un
privilegio del no todos gozan.
Allí donde exista AMOR VERDADERO no cabrá traición, mentira o adversidad que termine con ellas, si terminan, no habían comenzado...
En conclusión: No hay ganadores en este supuesto
enfrentamiento. Tanto en el vínculo de amistad, como en el de pareja, triunfa
EL AMOR VERDADERO.
EL ÚNICO QUE NO PERECE.
Hasta
la próxima!!!