El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe.
William Shakespeare
Llega fin de año e inevitablemente todos alrededor hablan de “hacer un balance”.
¿Un balance? ¿Que sería eso sino una recopilación de eventos que marcaron el año que se termina? Casi siempre una letanía de males y acontecimientos que marcaron nuestro transcurrir…
Sucesos en su mayoría incómodos, densos, esos que deseamos que queden muy lejos y partan para siempre junto al año que jamás regresará… Claro…no faltará alguna que otra alegría que ocasionalmente llenó esos espacios que tanto lo necesitaban. Pero siempre suelen pesar más las abrumadoras cargas que sobrellevamos.
Solemos recordar, como “grabado a fuego” y con lujo de detalles, aquello que más lo impactó por la razón que fuese: la emoción más fuerte, una bella sorpresa, el hecho más desgarrador, la traición menos esperada o el reconocimiento que vino del lugar menos imaginable.
Y claro que atesoramos esos instantes en que nos sentimos plenamente felices, los q se cuentan con una sola mano y repetimos mentalmente una y otra vez. Hasta aquí estoy segura coincidimos muchos de nosotros quien más, quien menos.
Al igual que todos, pasé por muchas de estas cosas en este año, no hace falta relatarlo, todos llevamos nuestra mochila, liviana o pesada, pero todos cargamos una…
Y yo como cualquiera de ustedes, viví una larga lista de sucesos que hicieron duro el transitar, un remar día a día lo que la vida ponía por delante.
Pero hoy solo quiero enfocarme en un aspecto que también nos aúna.
Pedir perdón, Perdonar, soltar…dejar ir…
Este año pasó con muchas penas… más de un par de personas en las que deposité ciegamente mi confianza me defraudaron.
Lloré mis lágrimas, muchas…me cuestioné mil cosas, mascullé, me deprimí, me enojé, pataleé, volví a llorar y a cuestionarme, gasté cantidades de pañuelos y pensamientos…también por momentos bajé los brazos. Me planteé y replanteé muchas cosas
Finalmente, sequé mis lágrimas, levanté mi cabeza y tomé la DESICIÓN de sonreír!.. una vez más…y muchas, muchas más.
Fue ese instante donde mi frase predilecta tomó pleno sentido: “Ni la menor cosa sucede por casualidad”. Entonces supe el porqué: todo lo sucedido no era más que APRENDIZAJE.
Hice mi balance. Y simplemente: DECIDÍ.
NADIE podía herirme sin MI CONSENTIMIENTO, y yo…NO SE LOS DI.
Sí, me causaron daño, si, me hirieron el corazón, si, me causaron heridas invisibles pero muy dolorosas. Y supe…: habrán tenido sus propias razones, aunque no logre entenderlas.
Lo que sí entendí fue lo que me enseñaron, lo que aprendí y hoy les propongo en esta charla entre ustedes y yo.
Perdonar, soltar, pedir perdón.
Hice lo que me enseñaron y lo que hoy les propongo a cada uno de ustedes:
DARLE VIDA A LA PALABRA PERDÓN.
Puede no resultar fácil o que no estén cerca de las personas involucradas, pero la intención sincera, el soltar lo que comprime el alma, aprisiona el corazón y la garganta, libera…
Por el contrario, no hacerlo, envenena el alma, genera desasosiego y corroe el espíritu en forma invisible pero certera.
El perdón es una decisión interna, aunque no veas a esas personas, basta con perdonarlas por lo que haya sido, soltar el enojo, y pedir perdón si lo causaste.
Soltar es perdonar, dejar ir lo que ya fue y no sirve. El perdón es bálsamo y cura para el alma. Pedir perdón fortalece el espíritu.
Poder perdonar es un esfuerzo que tiene una recompensa automática: aliviana, reconforta, libera.
Este año que termina, perdoné, solté, pedí perdón, aún a quienes no veo por alguna circunstancia. Este año que comenzará, me encontrará levantándome una y otra vez, sonriendo a la vida y dando gracias por haberle podido dar vida A LA PALABRA PERDÓN.
Prueben, intenten, verán el cambio en sus vidas en forma inmediata.
Hasta la próxima reflexión.
“Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar”.
Dalai Lama
hermoso ! todo sirve siempre gracias por compartir
ResponderEliminarGracias Clau por tu comentario! Es siempre muy valioso para mi! Todo mi cariño!!!
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